miércoles, 26 de marzo de 2014

El amor está en el marketing y la inspiración es el cliente

Enamora a tu cliente cada día y sorpréndele de vez en cuando

Photo Credit by qthomasbower Flickr CC BY

Como mariposas revoloteando alrededor de los consumidores y usuarios. Como flores de colores que maravillan los sentidos y hacen perder la noción de la realidad. Como auténticos espadachines que retan con honor a las vicisitudes y contrariedades de la realidad y competencia que vivimos. Las marcas necesitan respirar el mismo aire que respiran sus consumidores y sentir los mismos procesos.

El aire que se respira, se respira con amor y en compañía del cliente, se trata de un marketing de amor personalizado.

Pero todo tiene un halo de ficción. Si realmente deseamos respirar el mismo aire que respiran nuestros clientes, nuestra misión es acercarnos a ellos, por el medio que a ellos más cómodo les resulte, entender su situación personal y familiar en su contexto, y entonces, solo entonces, adaptar nuestras soluciones, nuestros productos y nuestros servicios a ese nuevo aire, puro, que todos estamos respirando. Se trata de personalizar al máximo las soluciones que aportemos y crear auténticos vínculos humanos, emocionales, que a la larga dejan una gran huella personal.

Porque otra de las características del amor que está en el marketing y la comunicación (y da igual que sea en Internet, en una reunión, en la oficina, en un evento, en un congreso, en su casa, en la nuestra, en Twitter o en Facebook…) es que ha de transmitir pureza, transparencia, sinceridad y confianza. De nada sirven los colores ni las palabras, si lo que hay detrás son meros ficticios imposibles de aplicar o implementar en la vida real.

Enamora a tu cliente cada día y sorpréndele de vez en cuando

Es increíble la similitud existente entre las fases del amor y las fases del marketing del amor,

  • Fíjate en mí: El primer paso es conseguir que se fijen en ti, en tu marca, en lo que ofreces y cómo lo ofreces…  Y tú en él, en sus necesidades, sus posibilidades, su situación… diferénciate del resto y aporta tu propia esencia.
  • Mantén el amor cada día y no permitas que bajo ningún concepto decaiga. Para ello comunícate con tu cliente, conversa, pregúntale simplemente ¿qué tal todo? Escúchale cuando esté enfadado por algún motivo y soluciona con sus inquietudes.
  • Sorprende a tu cliente cuando menos lo espere, ¿por qué no? ¿Y si le llevas a ver una película (regalo de unas entradas) o le invitas a un café y charlas con él o revisas con cariño las garantías de su seguro? porque ahora que le conoces mejor sabes que para él será beneficioso tener cubiertos ciertos riesgos personales, familiares o patrimoniales… o no.

El arte de amar, aplicado al marketing 

El Lovemark” es la lealtad que los consumidores tienen por sus marcas y que “va más allá de la razón”. Para que las marcas puedan sobrevivir, necesitan crear lealtad. Solo así podrán diferenciarse de millones de insulsas marcas sin futuro. El secreto de la supervivencia está en el uso del misterio, la sensualidad y la intimidad, según nos cuenta Kevin Robert en su libro el futuro más allá de las marcas”.

Nadie dijo que el amor era fácil y  mucho menos en marketing, pero si existe un poquito de ilusión, comunicación, asesoramiento sincero, del bueno, constancia y confianza, entonces habrás recorrido gran parte del camino… y el aporte de valor que dejas en tu cliente no se olvida.

¿Eres de los que enamora o de los que dejan el enamoramiento para otros? 

#DesenredándoteEnPrimavera

Autora: Rosa Bermejo
Publicado también en Puro Marketing y en Mktfan

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